Las principales medidas consideradas como "doping" se agrupan fundamentalmente en cuatro grandes grupos, que son: medios alimenticios, medios psíquicos, medios físicos y medios químicos.
Dentro de los medios alimenticios, se pueden considerar a todos los preparados dietéticos alimentos ricos en hidratos de carbono, concentrados de glucosa, cereales, etc.
Los medios psíquicos que se utilizan como "doping" son la hipnosis y la sofronización, que consiguen que el deportista no regule su esfuerzo ni tema a los peligros.
Como medios físicos tenemos a los baños de ácido carbónico, sol, masajes, etc.
Pero el grupo de mayor importancia va a ser el constituido por los elementos químicos o bioquímicos, como lo son:
EL ALCOHOL
En España, el 51,7 por 100 de los mayores de 18 años consume diariamente alcohol (en 1981). Es la droga más popular y una de las más baratas. El alcohol hace que el protoplasma de las células se deshidrate. Deprime el sistema activador reticular y la corteza cerebral, liberando la inhibición del cerebro. Puede ocasionar euforia, retardando la aparición de la fatiga, pero disminuye las capacidades mentales y físicas del deportista.
Su utilización se daba en los tiradores, con el fin de disminuir la tensión, pero alterando la vista.
Según estudios actuales, su uso moderado disminuye el riesgo de enfermedad arterial coronaria. Pero este hecho no justifica su utilización, ni mucho menos su consumo masivo.
EL TABACO
Es la imagen de la droga legal. Su introducción en Europa se realizó en el siglo XVI, siendo en la actualidad el hábito más nocivo de una gran parte de la población mundial. Cuando se quema el tabaco se queman 4.000 compuestos, entre ellos nicotina, cianuro de hidrógeno, alquitrán, amónico, etc., todos ellos peligrosos para la salud. Su consumo provoca multitud de enfermedades del aparato respiratorio, cardiovascular, etc. La relación del tabaco con el cáncer de pulmón está totalmente comprobada. Al deportista, el tabaco le impide la correcta filtración de aire, desciende su capacidad ventilatoria y fija la hemoglobina. Con el uso y abuso del tabaco, el deportista corre el mismo riesgo que el individuo de vida sedentaria.
LA COCAINA
Anestésico general que bloquea la iniciación y conducción del impulso nervioso. Al igual que las anfetaminas, estimula el ánimo, produciendo sensación de energía. Disfraza la aparición de la fatiga, con el consiguiente peligro.
LAS ANFETAMINAS
Alivian la fatiga, aumentan el estado de atención, incrementan todas las cualidades y sentidos; pueden producir agresividad en el deportista. Una vez pasados los efectos, provocan depresión mental, sueño, fatiga, etc. Con el tiempo se hace necesario el uso de una dosis más elevada para obtener los mismos resultados que antes.
LA CAFEINA
El café, el té y otras bebidas contienen este producto. Produce un efecto directo sobre el cerebro, mejorando el estado de vigilia, así como el de la actividad psicomotora. La cafeína produce vasoconstricción periférica, incrementando la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Libera los ácidos grasos libres, ahorrando el consumo de glucógeno y, por lo tanto, mejorando la resistencia orgánica. Como efectos secundarios tiene el ser un potente diurético, que aumenta el trabajo cardíaco y causa pérdida de líquidos. Altera el ritmo del sueño y la tensión muscular.
HACHIS Y MARIHUANA (CANNABIS)
Sus efectos psicológicos dependen del compuesto (tetrahidrocannabinol), procedente de la Cannabis nativa (planta de áreas templadas y tropicales). Su consumo se realiza mezclándose con el tabaco, en forma de cigarrillos o en pipa. El hachís tiene unos efectos cinco veces más potentes que la marihuana, siendo éste sedante, de bienestar y euforia. Reduce la potencia muscular y disminuye la agresividad, bajando el rendimiento físico. Su uso puede reducir la tendencia a la utilización de drogas más duras, al querer seguir inmerso en el mundo del hachís. Los componentes químicos de la marihuana permanecen en el organismo ocho días después de una sola administración.