Se entiende por coordinación la cualidad física por la cual somos capaces de realizar cualquier movimiento o acción de forma armónica y equilibrada.
Todo movimiento se produce gracias a las distintas interacciones que se efectúan a nivel de la contracción muscular (músculos agonistas, antagonistas, sinergistas y fijadores). Todo ello se debe al control que establece el sistema nervioso central.
El grado de aprendizaje
Cuanto mayor sea la experiencia y la estimulación, la actividad motora se va a llevar a cabo de una forma más armónica y eficiente. Un ejemplo evidente de esto es el que se observa en dos jugadores de tenis, uno asiduo y el otro "novato"; este último presenta unos movimientos más artificiales y, por lo general, menos eficientes.
Cuando realizamos un trabajo de coordinación estamos estimulando de forma directa la función del sistema nervioso.
Los premios, la información, la misma práctica y otros muchos elementos van a proporcionar un aprendizaje más rápido y efectivo.
Desarrollo del sistema nervioso
A mayor madurez fisiológica, mayor será nuestra posibilidad de realizar acciones motoras complejas. La plenitud se alcanza, aproximadamente, a los 15 años, comenzando su involución y descenso hacia los 40 ó 45 años. La tercera edad presenta una coordinación muy mermada.
Un factor que alterna la coordinación, y que es muy característico de los deportistas, es la fatiga. Cuando nos encontramos cansados, la calidad de nuestros impulsos nerviosos disminuye notablemente, dando como resultado movimientos incontrolados. Este es el momento óptimo para que las lesiones hagan su aparición (esguinces, distensiones, calambres, etc.).
El trabajo de coordinación consta de una serie de características básicas:
- Máxima concentración en el momento de la ejecución. - Conocimiento de la tarea a realizar. - Objetivos a conseguir con el ejercicio.
Por norma general, el trabajo de coordinación va a ser motivante para quien lo practica, dado el nivel de dificultad que presenta, así como de las situaciones especificas donde se produce (por ejemplo, caminar adelantando el brazo derecho y la pierna derecha y viceversa, etc.).
El trabajo de coordinación se puede realizar de una forma estática (al principio) y dinámica (según el grado de práctica). Se puede dar una coordinación del tipo sensomotriz: óculo-pie: fútbol, óculo-mano: tenis, etc., o sonora, como en el caso del ritmo, danza, etc. Otro tipo de trabajo va a ser el dinámico general, como es el caso del equilibrio (situaciones diferentes) y los movimientos de ajuste recíproco para todas las partes del cuerpo.
Algunos ejercicios prácticos son:
A) Sin material auxiliar:
- Caminar realizando giros simultáneos o alternativos de brazos (adelante, atrás, lateral). - Caminar con elevaciones de rodillas y talones al glúteo. - De pie, realizar giros con los brazos, uno adelante, otro hacia atrás. - Caminar realizando giros con la cabeza (adelante, atrás, derecha, izquierda, etc. ). - De pie, detenido, elevar un brazo al frente al tiempo que el otro brazo se cruza lateralmente. - Saltar abriendo brazos y piernas a la vez. Igual, pero con movimientos alternativos.
B) Con material auxiliar:
- Lanzamientos de cualquier objeto, con las variantes de precisión, altura, trayectoria, etc. - Ejercicios de botar una pelota con una mano u otra, al igual que con los pies, la cabeza, etc. - Jugar con pelotas, globos, etc. Cambiar la parte del cuerpo con que las lancemos o golpeemos. - Por parejas, imitando las acciones de nuestro compañero, y viceversa. - Etcétera.