Las necesidades vitamínicas varían a lo largo del año y de acuerdo con la edad, el sexo, el peso corporal o la actividad de la persona. Sin embargo, se puede afirmar con carácter general que estas necesidades se incrementan notoriamente en los casos de enfermedad, embarazo, crecimiento -adolescencia- y entrenamiento deportivo, ocupación que puede consumir grandes cantidades de vitaminas y minerales.