Las enfermedades que pueden atacar a los pies son varias, una de ellas la célebre gota tan desgraciadamente popular hasta el siglo pasado, debido al elevado consumo de carne entre las clases pudientes; se debe a los depósitos de ácido úrico en las articulaciones de los pies, sobre todo en la base del dedo gordo. La diabetes también puede trastornar el funcionamiento de los nervios del pie, produciendo úlceras profundas e indoloras en la planta. Ciertos problemas y enfermedades de los riñones permiten que los fluidos vayan mas hacia los tejidos acumulándose, en este caso, en los tobillos. La arteriosclerosis puede reducir la circulación hasta los pies, produciendo síntomas de frío y calambres. La artritis reumatoide causa inflamación de las articulaciones y puede traducirse en un deformidad permanente de las articulaciones de los pies.
