El gasto calórico se apoya en nuestro propio metabolismo basal -lo que el cuerpo necesita para efectuar sus funciones de crecimiento, reparación y expulsión de productos de desecho, más el mantenimiento de sus funciones en un estado de reposo- algo donde no existen diferencias excesivas de una a otra persona, excepto cuando se es un usuario de dietas drásticas e irracionales, que hacen descender el metabolismo basal como método de defensa del organismo contra el posible estado de hambre crónico.
