Por entonces, el músculo nos debe responder de manera autónoma, esto es, sin necesidad de que tengan que explicarnos para que sirven los movimientos que vamos a efectuar o cualquiera de los pormenores que forman la base de la musculación. Siete meses de ejercicio implican un mínimo de 100 sesiones y un máximo de unos 175. Eso significa que hemos trabajado cada grupo muscular entre 35 y 85 veces, dependiendo de la frecuencia y del tipo de división al que hubiéramos optado. Por entonces habremos movilizado ya un peso total no inferior a 200 toneladas, y estaremos dispuestos a participar de lo que se llama la sensación propioceptora del músculo.
